miércoles, 3 de julio de 2013

Playas



La más larga
Calificada por el Libro Guinness de los récords como la playa más larga del mundo, la Playa de Cassino (Río Grande, Brasil) tiene más de 240 km de largo. 








La más pequeña
La Playa de Gulpiyuri, en Asturias, apenas tiene unos metros, pero además está a cien metros de la costa. Es una playa interior a la que llega el mar a través de una galería subterránea, así que, a pesar del tamaño, cuenta con su sabor salado y sus mareas como cualquier otra playa.



La más dulce
Wasaga Beach, en Otawa, Canadá, es la playa de agua dulce más grande del mundo. Tiene 14 kilómetros de largo.






La más artificial
Ocean Dome, en Japón, es la mayor playa artificial cubierta del mundo. En su techo artificial corredizo se proyectan imágenes de cielos azules y nubes blancas. La temperatura del agua y la ambiental son controladas y tiene generador de olas.







La más sucia
Kamilo Beach, en Hawai recibe unas 20 toneladas de basura cada año debido a las corrientes marítimas. El problema se ha agravado con los escombros del tsunami de Japón. 




La más peligrosa
La playa de Maho (Antillas Holandesas) esta justo al lado del Aeropuerto Internacional Princesa Juliana. Ruido ensordecedor, vientos levantados por las turbinas y olor a combustible (también se la conoce como Kerosene Beach).


La más peculiar.
La playa de Chandipur (India) se vuelve interminable cuando baja la marea, ya que el mar puede llegar a retroceder hasta cinco kilómetros. Dos veces al día el mar desaparece en el horizonte.





La más tranquila
Mineral Beach es una playa del Mar Muerto (Israel) llamado así porque el agua tiene tal concentración de minerales que no permiten la vida en su interior. La ventaja es que tampoco permite que los cuerpos se hundan así que hay poco peligro de ahogarse.




La más generosa
Glass beach, en California, era un vertedero al que se tiraba de todo. Pero la naturaleza decidió devolver bien por mal y con paciencia infinita fue deshaciendo la basura. Hoy solo quedan miles de trocitos brillantes y redondeados de lo que una vez fueron desperdicios.






La más caliente
Como no podía ser menos se llama Hot water Beach y está en Nueva Zelanda. Las aguas termales, de elevada temperatura, son una auténtica delicia para los bañistas que se construyen con la arena sus propias piscinas.