Es su lugar, sí, a pesar de que allí vivió los peores momentos de su vida, con su hijo pequeño peleando por sobrevivir durante semanas, encerrado entre las cuatro paredes del hospital. Es su lugar, sí, porque allí se lo devolvieron sano y salvo. Pero también es el lugar donde aprendió que hay sonrisas que no tienen precio, que hay sonrisas que aunque a ti te duelan en el alma, a tu hijo enfermo le ponen alas.
Desde entonces Alex se cambia cada vez que puede la corbata por una nariz roja. Y dice que nunca olvidará el lugar en el que aprendió que puede que las sonrisas no curen, pero que siempre, siempre, alivian.
Hospital Infantil Niño Jesús. Madrid.
Latitud: 40º24'51.77''N
Longitud: 3º40'39.18''W
No hay comentarios:
Publicar un comentario