No quedó más remedio que tomar la decisión: él se iría porque al menos tendría aquel trabajo y podría mandarles dinero. Ella se quedaría con los niños haciendo frente a la vida como pudiera. Desde entonces el tiempo se ha hecho eterno.
La mente de él siempre está en el pueblo, en la casa que dejó atrás, en los niños a los que no está viendo crecer, en esa mujer valiente que siempre tiene una palabra de aliento.
Ella vive intentando imaginar una ciudad tan lejana, una vida tan distinta, unos problemas que no entiende y un hombre que lo significa todo.
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Frankfurt. Alemania: 50º6'39.32'' N - 8º40'55.66 E |
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Cambados. Pontevedra: 42º30'49.68''N - 8º48'46.41''W |
Dos lugares, dos corazones, dos vidas...
Un solo pensamiento: mi lugar eres tú.
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