A veces la Naturaleza decide ponerse a jugar.
En la región de Capadocia, en Turquía, se encuentran las chimeneas de hadas (también conocidas, por razones obvias, como "penis petra"), grandes columnas naturales de origen volcánico y modeladas por la erosión.
También en Turquía se encuentra Pamukkale, un conjunto de fuentes de aguas termales muy ricas en bicarbonato y calcio, lo que provoca la formación de pozos de piedra caliza donde queda contenida el agua y que tienen aspecto algodonoso. De hecho, Pamukkale, en turco, significa castillo de algodón.
Chamarel se encuentra en la isla Mauricio. Su terreno de variados colores es producto de la erosión de los minerales de antiguas erupciones volcánicas.
El lago Kliluk, en Canadá, contiene en sus aguas altas concentraciones de magnesio, calcio y sulfatos de sodio. Con el calor, el agua se evapora y se forman pequeñas pozas de colores, dándole un aspecto moteado.
Wave Rock, es una formación de piedra erosionada por la lluvia, cerca de la pequeña ciudad de Hyden, en Australia. Tiene 15 metros de altura y unos 110 metros de largo.
El géiser Grand Prismatic Spring se encuentra en el Parque Nacional de Yellowstone en Wyoming, Estados Unidos. Las aguas calientes del geiser son ricas en bacterias lo que unido a la variedad de minerales provoca la intensidad de los colores.
El Zacatón, en México, es un agujero en el terreno, lleno de agua. Es el cenote más profundo del mundo, con unos 300 metros de profundidad y embellecido por islas de hierba que se mueven en su superficie impulsadas por el viento.
En la isla de Santo Tomé, se encuentra el Pico Cão Grande, un volcán con forma de aguja que emerge de un paisaje sin apenas relieve, lo que le da un aspecto aún más majestuoso.
La estructura de Richat, en Mauritania tiene casi 50 kilómetros de diámetro. Es de origen geológico modificado por la erosión y no el impacto de ningún meteorito, como se creyó durante mucho tiempo.
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