Siempre he imaginado una pequeña casa donde vivir. Un hogar sin demasiadas pretensiones.
Lejos del ajetreo de la ciudad.
Con un pequeño jardín con su piscinita
un rincón para que jueguen los niños,
y un pequeño porche desde el que poder ver como los niños juegan o compartir un café y un rato de charla con los amigos.
Con una pequeña cocina, acogedora y práctica, donde preparar las comidas,
y un rincón para tomar el café de la tarde ojeando algún libro
Y al caer la noche, darte un baño relajante
Y a dormir
¿Es mucho pedir?
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