El Parque de los Monstruos está situado en la localidad italiana de Bomarzo, en la provincia de Viterbo. Fue construido por Pierfrancesco II Orsini en el siglo XVI. Contiene una fabulosa colección de esculturas esculpidas en roca de personajes míticos y animales fantásticos. Aunque hay varias inscripciones, una de ellas parece especialmente apropiada: "Todo pensamiento es fugitivo". Mujica Lainez, en su novela Bomarzo, cuenta la historia.
Otro parque delirante es Las Pozas, en Xilitla (México). En este caso el creador es Edward James que lo construyó en la década de los sesenta. Aunque hay diversas influencias artísticas, el surrealismo es predominante. Las estructuras no tienen ningún fin utilitario y están bautizadas con nombres tan sugerentes como La escalera al cielo o La estructura de tres pisos que pueden ser cinco.
Y hablando de parques surrealistas, no hay que olvidar el Mill Ends Park, en Portland, Oregon. No es fácil de encontrar ni aun pasando a su lado, ya que parece un mero macetón. Pero según el libro Guiness de los Records, es el parque más pequeño del mundo. Formado por un círculo de 610 milímetros fue creado en 1948, su vegetación cambia según la estación del año y ha albergado hasta una piscina para mariposas. Eso sin contar las invasiones militares que de vez en cuando sufre…
Otra construcción curiosa es la Escalera Tiger and Turtle, construida por los artistas Ulrich Genth y Heike Mutter en la ciudad de Duisburg, en Alemania. La escalera, con forma de montaña rusa, tiene más de diez metros de altura. Puede “subirse” o “bajarse”, a excepción, por razones obvias, de la zona del looping.
Y para construcciones raras, la tienda de Prada en medio del desierto. Se encuentra cerca de la ciudad de Marfa, en Texas. En realidad se trata de una escultura creada por los artistas escandinavos Michael Elmgreen e Ingar Dragset en 2005, pero es tan real que a poco de ser inaugurada robaron lo que estaban expuesto. Ahora, la tienda cuenta con todo un sistema de videovigilancia.
Pero para lugares solitarios nada como la cabina de teléfono de Mojave, en Estados Unidos, famosa por estar situada a cientos de kilómetros del edificio más cercano y nada menos que a 15 millas de la autopista. Lo absurdo de un teléfono en ese lugar hace que mucha gente vaya hasta allí sólo para verla y esperar a ver si hay alguna llamada… cosa que no es rara porque mucha otra gente llama solo para ver si hay alguien que descuelga.
Como en el caso anterior, la popularidad e incluso la creación de determinadas construcciones dependen de la propia gente que lo observa. Es el caso del famoso Muro de chicle de Seattle. Situado en Post Alley, en Market Place Park, se ha convertido en todo un atractivo turístico. Eso sí, según un ranking realizado por Trip Advisor, es el segundo destino turístico más asqueroso y lleno de gérmenes del mundo.
¿Y cuál es el primer destino turístico en la lista de destinos turísticos llenos de gérmenes? Pues la llamada Piedra de Blarney, en Irlanda. Se trata de un bloque de piedra en la base de la torre del Homenaje del Castillo de Blarney y que según la leyenda, hay que besar para recibir el don de la elocuencia. Por si fuera poco hay que hacerlo en una postura muy difícil. Cerca de 400.000 personas al año besan la piedra, lo que la convierte en un tanto antihigiénica (como tantos otros lugares, añadiría yo)
Pero la prueba más contundente de lo subjetivos que pueden ser los gustos, está en Dedham, Massachussets, (Estados Unidos), donde se encuentra el Museum of Bad Art (MOBA), "el único museo del mundo dedicado a la colección, preservación, exhibición y celebración del mal arte en todas sus formas", tal y como dice en su propia pagina web. La obra que puso en marcha el MOBA fue "Lucy en el Campo con Flores", un óleo anónimo, conocido también como la Mona Lisa del MOBA. Sin comentarios.